Esta foto de una niña Palestina haciendo el sigo de la victoria me gusta especialmente, y me hace reflexionar. Lo primero, es que me es imposible abstraer la figura de la niña de su entorno. Algunos posiblemente vean solo a una niña, yo veo una persona, que aun estando en los inicios de su vida se va a encontrar de frente con una realidad cruel, donde los adultos no son capaces de comprender, que las diferencias entre unos y otros residen solo en sus mentes, en sus creencias. Pero aún así, pese a todo este panorama, esta niña sonríe a la cámara, se dirige a ella y levanta su brazo en señal de victoria. Posiblemente esta niña (quizá ahora mujer, o muerta incluso) no llegue a saber nunca quien hizo esa foto, como se utilizaría después, y que miles de personas la verían a ella, y la recordarían siempre en esa pose, con esa sonrisa y ese gesto. Nunca sabrá lo que su inocente rostro ha logrado despertar en mi cabeza.
Por ella, y por tantos que sufren en este mundo vale la pena creer en que otra sociedad es posible. Me niego a creer que nada se puede cambiar. Y Odio profundamente oir eso de “¿para que? Si no vamos a cambiar nada” Por que si se puede cambiar. Se debe cambiar, y en nosotros, en cada una de nuestras manos está la posibilidad de hacerlo.
Aurrera bolie!
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